
El sueño se desarrolla en un hospedaje, lleno de habitaciones, pasillos y escaleras. Todo ordenado en una construcción de varios pisos, que posee una atmósfera de tiempo pasado, es más, no parece ser el presente sino comienzos del pasado siglo XX.
Es tal vez de día. A través de las ventanas no ingresa mucha luz del exterior, como si densas nubes cubrieran el cielo, dejando el interior en penumbras a la luz de ninguna vela.
Desde la izquierda tres hombres transponen la entrada, caminan juntos uno al lado del otro, altos y corpulentos, más que cualquiera de los ahí presentes. Se sabe sin decirlo: son los hijos del Zar. El primero desde la izquierda es totalmente calvo, de rostro serio y fruncido, envuelto en gruesa capa oscura, algo raída y vieja. El del medio posee claros cabellos que le caen hasta por detrás de los hombros, se muestra firme y decidido. El del lado derecho es casi impresente, una sombra a la cual no se le puede ver facción alguna; ligeramente separado de los otros dos.
El personaje central es el único que habla, pide cierta información y luego tras una seña a sus hermanos estos se retiran por el lado derecho. Él se queda, mira a la derecha girando levemente el rostro, al confirmar la partida de sus hermanos se me acerca e inclinándose algo hacia mí me pide en voz baja que le ayude a deshacerse de ellos.
No quiere que se vayan sino matarlos.
Esto me inquieta profundamente pues no deseo participar en ese acto; pero es uno de los hijos del Zar, alguien a quien uno no se puede negar, puesto que yo podría terminar como el muerto número tres.
Cavilando estas cuestiones recorro los pasillos del hospedaje, este de forma natural se empieza a iluminar desde el exterior, como si las nubes se estuvieran disipando. Le comento a algunos compañeros lo ocurrido muy escuetamente. Mi repulsión inicial a participar de estos hechos se tambalea ante la posibilidad de acabar muerto por este hijo del Zar.
Comentario: A las 05 horas, 12 minutos y 28 segundos de hoy, primero de agosto de año 2008, hora de Lima se produjo de forma total el Eclipse previsto para hoy. Para la astrología védica el signo solar actual no es Leo, como en el horóscopo tropical, sino Cancer; es ahí en Cancer donde se ha producido el fenómeno.
El hospedaje nos refiere a Cancer, la ausencia de luz al Sol, en el mismo signo pero siendo tapado por la Luna, por ello la oscuridad en esa casa. Al iniciarse el eclipse tres astros se hallaban dentro de Cancer: Mercurio, Ketu y Venus. Este último dejó Cancer antes del momento central del fenómeno pasadas las 05 horas en Lima. El Zar (el Sol), está ausente de varios modos: Está siendo tapado por la Luna y en ese horario aún ni ha amanecido. El Zar es el emperador ruso y este evento estelar solo pudo ser visto de forma completa en la región de Siberia.
Las intenciones de los hijos del Zar, por lo menos de uno de ellos, queda a libre interpretación.
Es tal vez de día. A través de las ventanas no ingresa mucha luz del exterior, como si densas nubes cubrieran el cielo, dejando el interior en penumbras a la luz de ninguna vela.
Desde la izquierda tres hombres transponen la entrada, caminan juntos uno al lado del otro, altos y corpulentos, más que cualquiera de los ahí presentes. Se sabe sin decirlo: son los hijos del Zar. El primero desde la izquierda es totalmente calvo, de rostro serio y fruncido, envuelto en gruesa capa oscura, algo raída y vieja. El del medio posee claros cabellos que le caen hasta por detrás de los hombros, se muestra firme y decidido. El del lado derecho es casi impresente, una sombra a la cual no se le puede ver facción alguna; ligeramente separado de los otros dos.
El personaje central es el único que habla, pide cierta información y luego tras una seña a sus hermanos estos se retiran por el lado derecho. Él se queda, mira a la derecha girando levemente el rostro, al confirmar la partida de sus hermanos se me acerca e inclinándose algo hacia mí me pide en voz baja que le ayude a deshacerse de ellos.
No quiere que se vayan sino matarlos.
Esto me inquieta profundamente pues no deseo participar en ese acto; pero es uno de los hijos del Zar, alguien a quien uno no se puede negar, puesto que yo podría terminar como el muerto número tres.
Cavilando estas cuestiones recorro los pasillos del hospedaje, este de forma natural se empieza a iluminar desde el exterior, como si las nubes se estuvieran disipando. Le comento a algunos compañeros lo ocurrido muy escuetamente. Mi repulsión inicial a participar de estos hechos se tambalea ante la posibilidad de acabar muerto por este hijo del Zar.
Comentario: A las 05 horas, 12 minutos y 28 segundos de hoy, primero de agosto de año 2008, hora de Lima se produjo de forma total el Eclipse previsto para hoy. Para la astrología védica el signo solar actual no es Leo, como en el horóscopo tropical, sino Cancer; es ahí en Cancer donde se ha producido el fenómeno.
El hospedaje nos refiere a Cancer, la ausencia de luz al Sol, en el mismo signo pero siendo tapado por la Luna, por ello la oscuridad en esa casa. Al iniciarse el eclipse tres astros se hallaban dentro de Cancer: Mercurio, Ketu y Venus. Este último dejó Cancer antes del momento central del fenómeno pasadas las 05 horas en Lima. El Zar (el Sol), está ausente de varios modos: Está siendo tapado por la Luna y en ese horario aún ni ha amanecido. El Zar es el emperador ruso y este evento estelar solo pudo ser visto de forma completa en la región de Siberia.
Las intenciones de los hijos del Zar, por lo menos de uno de ellos, queda a libre interpretación.